La inesperada muerte de la mejor amiga de la protagonista es el punto de partida de esta novela, que narra la transición a la adultez de tres adolescentes. Su descubrimiento de un mundo atravesado por violencias machistas, clasistas, racistas y medioambientales que las asombra y decepciona a partes iguales.
Punto de cruz entreteje diferentes tiempos, conversaciones y vivencias para contarnos la relación entre Mila, Dalia y Citlali, quienes encuentran en la amistad la herramienta más poderosa de cuidado y resistencia. Y también en el bordado, una actividad que a lo largo de diferentes épocas y culturas ha reflejado la represión y la libertad, la comunidad y el arte. Esta novela es, además, la crónica de un viaje de las protagonistas por Europa. Una aventura llena de hallazgos lingüísticos y culturales, en la que el camino de cada una, y sus heridas, empiezan a perfilarse.
«Una novela hecha de tres vidas que se cruzan como los hilos de un bordado, revelando en el haz y el envés el aprendizaje de la belleza, la solidaridad y la pérdida.» —Antonio Muñoz Molina
«Uno de los recuerdos más luminosos de mi infancia es aquel en el que mi madre, con su voz cálida y paciente, me explicaba ‘Las hilanderas’, de Velázquez. Leyendo el nuevo libro —también delicado, también paciente— de Jazmina Barrera, no he podido evitar acordarme de ese cuadro, y encontrar así las resonancias de una voz que se toma la molestia de explicar a otras mujeres; de mostrarnos esas manos tejiendo a escondidas, con el propósito de regalarnos un ángel. Barrera cose y descose aquí una memoria lírica, lúcida, erudita, familiar, y con ella despierta en nosotras recuerdos que parecían ocultos. Hoy miro el cuadro de ‘Las hilanderas’ y en el mismo centro veo la pasión de Jazmina Barrera, acompañada tal vez de Marguerite Duras, o incluso de Maggie Nelson, y sin embargo su empeño es único, su voz es fuerte, su narrativa nos atrae y nos sugiere, desde el huso hasta el dedal.» —Luna Miguel
«Jazmina Barrera enhebra palabras para ir bordando un texto en donde se encuentran los hilos de la historia de una muerte, las hebras con las que se unen las vidas de tres mujeres adolescentes mediante el recuerdo, un viaje como ritual de paso y las puntadas que citan la voz de otras creadoras que han reflexionado sobre la compleja tarea de bordar, un acto que ha constreñido a las mujeres al mundo de lo doméstico pero que a la vez tiene una potencia creativa que funciona como denuncia y como acción liberadora.» —Yásnaya Aguilar